Llorá con respeto

...acostada, decadentemente eufórica, con una botella de Grapamiel en una mano, el cigarro en la otra, lloraba, reía, volvía a llorar, enloqueciendo a mis amigas que, en su solidaridad femenina, no tenían idea de como ayudar...

7/17/2006

Por las aguas del estrecho flotan claveles negros

Así lo cantan Mártires del Compás, y hoy no puedo dejar de tararear esa canción.

Sucede que el viernes, un pesquero español rescató en aguas de jurisdicción de Malta a 51 inmigrantes subsaharianos. Desde entonces este pequeño país se niega a aceptarlos y permitir el desembarco.

España está intentándolo desde ese día, pero Malta no quiere reconocer ciertos convenios que existen de prestar asistencia a las personas, sin importar su nacionalidad. Malta lo incumple y según palabras del patrón del pesquero español José Durá: "El Gobierno español se está portando estupendamente; se ve que el fallo viene de Malta, un país que es pequeño y está saturado de inmigrantes; no los quiere nadie".

Ya hablaba Eduardo Galeano en "Las venas abiertas de América Latina" sobre el despojo, el genocidio (seguramente fue y sigue siendo el mayor en la historia) y el ensañamiento de los países ricos en la época de la colonización, con toda Sudamérica y especialmente con África:
"...Se estima en unos diez millones el total de negros esclavos introducidos desde África a partir de la conquista de Brasil y hasta la abolición de la esclavitud: si bien no se dispone de cifras exactas para el siglo XVIII, debe tenerse en cuenta que el ciclo del oro absorbió mano de obra esclava en proporciones enormes..."

No hay sumas exactas de cuantos africanos están muriendo a causa de esta nueva colonización, la moderna y occidental, neoliberal, consumista y gobernada por unos pocos capullos. Pero entre el hambre, la falta de agua potable, la malaria, el sida, las guerras internas propiciadas por externos intereses, y la emigración (en pateras o a pie, descalzos), sin dudas los números de muertos de este gran continente, superan los de otras épocas.

Y nos vamos acostumbrando tanto a que en los informativos nos digan día a día que murieron 50 subsaharianos en una patera cerca de Canarias, que parece que somos incapaces ya de sentir mucho. Es como cuando vemos un aviso de detergente todos los días, la historia nos parece la misma y casi somos ciegos y sordos a ella.

2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Des de tierras africanas, gracias por abrir los ojos

10 septiembre, 2006 17:37  
Blogger Llorá con respeto ha dicho...

No hay nada para agradecer, somos demasiado responsables del desastre.

Gracias por pasarte por aquí.

11 septiembre, 2006 10:19  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio